69. El Destino de Creyentes Atraídos por Falsos Maestros en 2 Pedro 2:20-22

20 Ciertamente, si habiéndose ellos escapado de las contaminaciones del mundo, por el conocimiento del Señor y Salvador Jesucristo, enredándose otra vez en ellas son vencidos, su postrer estado viene a ser peor que el primero. 21 Porque mejor les hubiera sido no haber conocido el camino de la justicia, que después de haberlo conocido, volverse atrás del santo mandamiento que les fue dado. 22 Pero les ha acontecido lo del verdadero proverbio: El perro vuelve a su vómito, y la puerca lavada a revolcarse en el cieno  2 Pe 2:20-22

Si leemos el capítulo 2 de 2ª Pedro, es claro que los falsos profetas y maestros en cuestión están destinados a eterna condenación. ¿Pero qué hay de aquellos que son engañados por ellos? Algunos leen los versos 20-22 y concluyen que los creyentes que siguen a falsos maestros pierden su salvación o prueban que ellos nunca fueron verdaderos creyentes para empezar. Ambas interpretaciones chochan con la clara enseñanza bíblica de que la fe en Jesucristo es la única condición para la salvación, y que la salvación no se puede perder. Observar el contexto nos ayuda a entender su destino. 

Diferenciando los grupos

Claramente, los falsos profetas y falsos maestros que se mencionan al inicio del capítulo 2 no son salvos y están destinados a la destrucción eterna. El pasaje empieza con el contraste entre ellos y los ‘santos hombres de Dios’ mencionados en el capítulo anterior (‘Pero’ en 2:1; cf. 1:21). El lenguaje que describe su eterna condenación es explicito e inequívoco (2:3-17; igual que en la descripción paralela de Jud 4-16). 

Parece que hay un segundo grupo de personas en este pasaje – aquellos que serán influenciados por estos falsos maestros al punto de que ‘seguirán sus disoluciones’ (2:2). Estos también parece que no son salvos, ya que ellos están en contraste con los lectores que sí son salvos, un tercer grupo al que se le habla directamente en el verso 3 (‘vosotros’). El segundo grupo dice ser salvo lo que va a causar que el camino Cristiano sea blasfemado cuando ellos sean seducidos. 

Como se mencionó, el tercer grupo son los lectores a los que Pedro está advirtiendo. Él en verdad dirige su epístola sólo a los creyentes: Ellos comparten la misma ‘fe igualmente preciosa’ y ‘justicia de nuestro Dios y Salvador Jesucristo’ (1:1); Dios les ha dado a los lectores todo lo que necesitan para vivir una vida recta (1:3); Ellos pueden llegar a ser ‘participantes de la naturaleza divina’ (Pedro pudo estar hablando acerca de su posición actual o tal vez acerca de los privilegios futuros ganados por su comportamiento recto – de cualquier manera se supone su salvación; 1:4); Ellos han ‘huido de la corrupción que hay en el mundo’ (1:4). Después de esta afirmación en la presentación, Pedro les exhorta a añadir virtudes piadosas a su fe inicial (1:5-7) para que ellos no sean ociosos (o inútiles, de argos), infructíferos, cortos de visión, o ciegos no sea que se les olvide (o que negligentemente no aprecien) que ellos fueron limpiados de sus pecados (1:8-9). 

A estos lectores Cristianos se les necesita advertir acerca de los falsos maestros y la seducción de los que no son salvos. (2:2). Después de describir el destino de los falsos maestros y sus seguidores incrédulos, Pedro dirige su atención a este tercer grupo en el verso 18. El cambio en su discurso es claro. Después de acusar a los falsos maestros en cada verso desde el 10 hasta el 17, la acusación termina abruptamente. En los versos 18 y 19 Pedro describe cómo los falsos maestros seducen a los creyentes crédulos. Las víctimas se describen como ‘los que verdaderamente habían huido de los que viven en error’. El presente participio que se usa aquí se puede traducir como ‘están escapando’ o ‘apenas y escaparon’, pero por el uso de este verbo en 2ª Pedro (1:4; 2:20) es claro que el escape es real. Las víctimas potenciales contrastan con esos incrédulos del verso 2 quienes no se escaparán de los falsos maestros.

La posibilidad de la seducción 

Cuando Pedro habla del destino de los lectores creyentes quienes pueden ser influenciados por los falsos maestros, él habla en términos de posibilidad, no en realidad. El ‘ellos’ en el verso 20 se refiere a las posibles víctimas de los versos 18-19. Sin embargo, es una advertencia real acerca de consecuencias reales. Como creyentes, ellos han ‘escapado de las contaminaciones del mundo, por el conocimiento del Señor y Salvador Jesucristo’ (v. 20). El hecho de que ellos pueden ‘enredándose otra vez’ en la contaminación del mundo significa que ellos ya eran, pero huyeron. La declaración de Pedro en el verso 21 aclara que ellos han ‘conocido el camino de la justicia’, una referencia a un conocimiento íntimo (epiginosko) del camino Cristiano. Su destino, descrito con los dos proverbios contemporáneos citados en el verso 22, requiere que el perro haya dejado su vómito, y que el cerdo se haya lavado.

Las consecuencias de la seducción 

Entonces, vemos un cambio en el discurso de Pedro. Él les escribe a este grupo de creyentes para advertirles acerca de los falsos maestros que se encuentran entre ellos quienes van a ser destruidos y que guían a otros hacia el mismo destino. (vv. 1-17). Entonces en el verso 18 él se dirige a los creyentes que también están cayendo bajo la influencia de los falsos maestros. Estos creyentes van a encarar un terrible destino, pero no se especifica su destrucción o el infierno, sólo ‘su postrer estado viene a ser peor que el primero’ (v. 20). Cualquier problema o tribulación que ellos soporten como nuevos Cristianos va a palidecer en comparación a los problemas que les esperan (tal vez temporalmente, o en el Tribunal de Cristo, o ambos). Pedro les dice que hubiera sido mejor ‘no haber conocido el camino de la justicia’ que ‘volverse atrás del santo mandamiento que les fue dado’ (v. 21). Pedro no está diciendo que hubiera sido mejor que ellos nunca hubieran sido salvos. Él está diciendo que hubiera sido mejor si ellos no hubieran conocido las enseñanzas acerca de la vida recta implicando que porque ellos las conocen, ellos tienen una mayor responsabilidad de seguirlas. El texto indica que la vida recta se define como vivir de acuerdo con el ‘santo mandamiento que les fue dado’. ¿Cuál es este mandamiento? Aparentemente no está relacionado con ningún mandamiento de creer o de ser salvo, porque esto hubiera sido una forma inusual y sin precedente de referirse a la salvación. Es más probable que se refiera al mandamiento de ser santos (1 Pe 1:15), un mandamiento para los Cristianos. 

Conclusión

Es ingenuo decir que los verdaderos Cristianos no van a seguir una falsa doctrina. Como Pedro, los otros autores del Nuevo Testamento no estaban convencidos de semejante noción – vea las epístolas que contienen advertencias para los Cristianos a permanecer en la verdad. O, pregunte a cualquier pastor acerca de la permanencia de los que han sido Cristianos y que van y vienen con las doctrinas más raras. Es muy triste y desmotivador ver y saber que a menos que se arrepientan de su error, existe un devastador destino que les está esperando. Es mejor evitar a los falsos maestros totalmente y advertir a los Cristianos acerca de ellos. No sólo de su falsa doctrina, sino de sus motivos que son subversivos a los propósitos de Dios.