Escena 13 – LA ELECCIÓN

Dios les había dado a Adán y Eva la libertad de elegir entre hacer la voluntad de Dios o la suya propia.

El SEÑOR sabía lo que era lo mejor para estas criaturas especiales que Él había creado a su propia imagen. Quería que Adán y Eva confiaran en Él, incluso cuando no comprendieran las razones tras su gobierno.

Solo Dios podía prever el alcance de las terribles consecuencias del mal, y fue por eso que le había dicho a Adán:

«…De todo árbol del huerto podrás comer; mas del árbol de la ciencia del bien y del mal no comerás; porque el día que de él comieres, ciertamente morirás.» (Génesis 2:16-17).

Pero ahora la serpiente le había dicho a Eva:

”…iNo es cierto, no van a morir!» (Génesis 3:4 NVI).

¿En quién debería confiar Eva, en su Creador o en una criatura? Esto fue lo que pasó:

”La mujer vio que el fruto del árbol era bueno para comer, y que tenía buen aspecto y era deseable para adquirir sabiduría, así que tomó de su fruto y comió. Luego le dio a su esposo, y también él comió.” (Génesis 3:6).

¡Ella lo comió! ¡Él lo comió!

Eva comió el fruto prohibido porque las trampas de Satanás la engañaron. Adán lo comió porque escogió intencionadamente ir por su propio camino en vez de ir por el camino de Dios.

En lugar de someterse a su Creador santo y amoroso, la humanidad se rindió ante el enemigo.

Nuestros primeros padres pecaron.


Esto ha sido una porción (usado bajo permiso del autor) del libro «Rey de Gloria» narrado por Paul D. Bramsen 
(nota: el uso de negrillas, cursivas y algunos cambios de versión de la Biblia son nuestra y no del original) 
Creditos:  2019 © ROCK International www.king-of-glory.com