Escena 25 – PACIENCIA Y JUICIO

Después de diez largas generaciones desde el primer pecado de Adán, Dios dio este triste informe sobre la familia humana:

”…la maldad del ser humano en la tierra era muy grande, y… todos sus pensamientos tendían siempre hacia el mal.” (Génesis 6:5 NVI).

Sin embargo, una familia en la tierra aún confiaba en Dios.

”Pero Noé contaba con el favor del SEÑOR.
Le dijo a Noé: He decidido acabar con toda la gente, pues por causa de ella la tierra está llena de violencia. Así que voy a destruir a la gente junto con la tierra. Constrúyete un arca de madera resinosa, hazle compartimentos, y cúbrela con brea por dentro y por fuera.» (Génesis 6:8, 13-14 NVI).

Esta barcaza espaciosa de tres pisos, con la longitud de un campo de fútbol y medio, tendría espacio suficiente para albergar a una pareja de cada especie animal y siete parejas de animales sacrificados en las ofrendas por el pecado. El arca tenía un sistema de ventilación y una sola puerta grande.

Durante un siglo entero, Noé, junto con su esposa, sus tres hijos y sus respectivas esposas, construyó el arca. Mientras trabajaba, Noé advertía al mundo del juicio venidero de Dios, pero la gente se limitaba a burlarse de él.

Por fin, el arca estaba lista. La familia de Noé la había llenado de provisiones. Dios trajo a los animales, los reptiles, los insectos y los pájaros. ¡Qué espectáculo verlos entrar al arca y acomodarse en sus miles de compartimientos!

Noé y su familia también entraron. ¿Entró alguien más a este lugar seguro? No. Así que Dios cerró la puerta. Nubes amenazadoras rodearon el planeta. Los relámpagos destellaron y los truenos retumbaron.

”…se reventaron las fuentes del mar profundo y se abrieron las compuertas del cielo. Cuarenta días y cuarenta noches llovió sobre la tierra.” (Génesis 7:11-12 NVI).

Fue el peor desastre natural de la historia. Toda la humanidad, salvo aquellas ocho almas refugiadas en el arca, pereció. Un mundo orgulloso e incrédulo aprendió la verdad demasiado tarde.

Los registros geológicos y fósiles afirman el relato bíblico. Desde el Sahara hasta el Himalaya, se encuentran fósiles marinos en los grandes desiertos y montañas del mundo.

En su misericordia, Dios es paciente, pero, en su justicia, juzgará el pecado.


Esto ha sido una porción (usado bajo permiso del autor) del libro «Rey de Gloria» narrado por Paul D. Bramsen 
(nota: el uso de negrillas, cursivas y algunos cambios de versión de la Biblia son nuestra y no del original) 
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