64. Regeneración y Cambio de Vida

La Biblia menciona la regeneración, o el nuevo nacimiento espiritual, en varios pasajes. Jesús habló de que ‘es necesario nacer de nuevo’, o literalmente, nacer de arriba (Jn 3:3, 7). En Tit 3:5, el Apóstol Pablo usa una palabra diferente queriendo decir nacer de nuevo que normalmente se traduce como ‘regeneración’. El nuevo nacimiento también se menciona o está implícito en otros pasajes (Jn 1:13; 1 Pe 1:3, 23; Stg 1:18; 1 Jn 4:7; 5:1, 4, 18). El nuevo nacimiento que viene a través de la fe en Jesucristo es la implantación de la vida divina en un alma muerta-en-pecado. Algunas preguntas que muy a menudo surgen acerca del nuevo nacimiento son: ¿La regeneración inevitablemente produce un cambio de vida? ¿Un cambio de vida, por lo tanto, prueba la regeneración? ¿Un cambio de vida da la seguridad de la regeneración? 

¿La regeneración inevitablemente produce un cambio de vida?

Debemos concluir, Sí. Hay muchas razones para creer que si sucede. Considere estas: 

  • Un creyente en Cristo Jesús como su Salvador verdaderamente está inclinado a confiar en Él en otras áreas de la vida
  • Un creyente tiene la instrucción de la Palabra de Dios que le exhorta a cambiar su vida 
  • Un creyente tiene la vida de Cristo en sí mismo lo que se va a manifestar a través de él de alguna manera
  • Un creyente tiene al Espíritu Santo morando en él para influenciarle y transformarle
  • Un creyente que entiende la gracia de Dios está motivado para vivir agradecida y piadosamente 
  • Un creyente puede experimentar la disciplina de Dios por su desobediencia

Aunque nuestra respuesta es sí, es un sí cauteloso, porque tenemos que admitir que surge de la inferencia basada en los hechos mencionados arriba. No existe una declaración bíblica acerca de la regeneración que garantice un cambio de vida. 

Algunos pueden argumentar que 2 Cor 5:17garantiza un cambio de vida: ‘De modo que si alguno está en Cristo, nueva criatura es; las cosas viejas pasaron; he aquí todas son hechas nuevas’. ¿Pero qué nos enseña este verso en el contexto? Ciertamente ‘las cosas viejas’ no se puede referir al pecado, porque todos los Cristianos van a pecar, y de la misma manera, ‘todas son hechas nuevas’ no se puede referir a la conducta de uno, porque otra vez, todos los Cristianos retienen su personalidad, aptitudes, algunos hábitos, e incluso pecados. El contexto no está hablando acerca de una conducta cambiada. El Apóstol Pablo les está diciendo a los corintios que él ya no ve a las personas ‘según la carne’, o de acuerdo con su circunstancias humanas (como si ellos son judíos o gentiles) porque su nueva relación con Jesucristo ha cambiado radicalmente su perspectiva (5:16). Pablo reflexiona cómo él previamente ignoró a Jesús el Mesías por Su circunstancias humanas (por ejemplo, Su nacimiento pobre, vulnerabilidad, muerte humillante), pero ahora él tiene una nueva perspectiva de Él. De la misma manera, él quiere que los corintios se den cuenta de esta nueva perspectiva que viene de su nueva realidad por ser reconciliados con Dios y declarados justos en Cristo (5:18-21). Entonces el cambio del que se habla es un cambio en la posición del creyente delante de Dios y el resultado de un cambio de perspectiva en relación con el mundo y los demás. 

Otros van a citar pasajes como Stg 2:14-26, Mt 7:15-23, Jn 15:6, o algo de 1ª Juan, pero esos pasajes no son acerca de probar la salvación de uno o la regeneración (para estudios en estos pasajes y otros, vea Apuntes de Gracia no: 2, 13, 53, 54, 57, 59, 60, 61, 62.) 

¿Un cambio de vida prueba la regeneración?

Ahora esta es una pregunta muy diferente, una que se debe de contestar, No. Aquí está porqué: 

  • Una vida cambiada puede ser el resultado de otras cosas no sólo de la regeneración 
  • Una cambio externo de una persona no garantiza una conformidad interna 
  • No existe un estándar objetivo para el creyente o el observador que especifique cuánto cambio es necesario para probar la regeneración 
  • El cambio de vida es relativo, variando en grado y en proporción para cada persona.
  • Un cambio de vida se puede revertir y perder los cambios
  • Un creyente puede que no muestre fruto o que persista en el pecado. 
  • Para juzgar si una vida verdaderamente ha cambiado necesitamos no menos que ser omniscientes y la supervisión constante de una persona. 

Con todas estas condiciones, es imposible probar que alguien es regenerado en base a su conducta o cambio externo. 

¿Un cambio de vida da la seguridad de la regeneración? 

Podemos fácilmente responder, No. Por las razones que se mencionaron arriba, es imposible tener la seguridad en base a un cambio de vida externo o del comportamiento de uno. La seguridad en base de la gracia no viene de las obras; viene de la fe en el evangelio de Jesucristo (Ro 4:4; 11:6; Ef 2:8-9). Lo mejor que podemos decir es que un vida cambiada puede que dé (o puede que no dé) evidencia de la regeneración, pero no podemos llegar a una conclusión certera. La única ‘prueba’ de la salvación es la fe de uno en Jesucristo (Su persona, provisión, y promesa). Por su puesto, la fe de uno sólo la conocen con certeza uno mismo y Dios. No se nos asegura la salvación por juzgar nuestras obras o conducta, sino por confiar en Jesucristo como nuestra suficiencia para ser aceptos por Dios.

Conclusión

Dios le da vida divina a cualquiera que cree en Jesucristo como Salvador, lo que cambia la vida espiritual de uno y la posición con Dios. Podemos concluir que esto también cambia la conducta del creyente, aunque no existe algún texto bíblico que explícitamente diga eso. Esta conclusión tiene que ser inferida por la totalidad de las enseñanzas bíblicas. Lo que es claro es que la conducta externa, o un ‘cambio’ de vida, no pueden probar la regeneración o dar la seguridad de la salvación. Un cambio de vida no es automático, es por eso que tenemos varias exhortaciones en el Nuevo Testamento. Pero lo que Dios quiere para nosotros es un cambio de vida (Ef 2:10) y que entendamos que Su gracia nos enseña a vivir piadosamente (Tit 2:11-12). La regeneración demanda, intenta, inicia, y provee para que tengamos un cambio de vida, pero no está garantizado que el cambio sea visible al creyente u otros y por lo tanto es inadecuado como una prueba final de la salvación. La gracia de Dios es suficiente garantía.