76. La Realidad de los Cristianos Carnales

¿Existe algo como un Cristiano carnal, creyentes que persisten en desobedecer a Dios? Algunos dicen que no. Mientras que conceden que los Cristianos pueden y pecan, ellos niegan que los verdaderos creyentes van a persistir en pecar hasta el final de sus vidas físicas. Ellos creen que la obra de Dios de salvación en una persona garantiza la perseverancia en buenas obras y obediencia (Vea Apuntes de Gracia no. 49). Otros que creen en la realidad de los Cristianos carnales son acusados de darle a los creyentes una falsa seguridad de la salvación (aunque estos acusadores pudieran también dar una seguridad falsa si el desempeño de uno es la medida de la salvación). Aquellos que creen en la realidad de los Cristianos carnales también son acusados de promover una licencia para pecar (aunque sus acusadores normalmente están de acuerdo que esos no promueven pecar a propósito). La palabra ‘carnal’ (sarkikos, pertenecer al campo de la carne pecaminosa) se usa aquí para denotar un comportamiento pecaminoso persistente. ¿Qué dicen entonces la Biblia acerca de la carnalidad y los Cristianos?

La realidad de las diferentes experiencias Cristianas.

No hay dos creyentes que experimenten la madurez y la santidad Cristiana de la misma manera. Existen muchas cosas que pueden influenciar la experiencia Cristiana, como la edad en que fue salvo, la exposición y receptividad de la verdad, experiencias pasadas, la personalidad, el sistema mundial, la carne, y el diablo. Vemos estas experiencias en las Escrituras.

  • Mt 5:19 – Alguno ‘muy pequeño será llamado en el reino de los cielos’ por su pecado y porque causaron que otros pecaran, mientras que otro ‘será llamado grande en el reino de los cielos’
  • Lc 8:11-15 – Algunos que creen no darán fruto por las distracciones y los placeres de este mundo (Vea Apuntes de Gracia no. 57)
  • 1 Cor 3:1-3 – Pablo afirma la salvación de los corintios (1:2-9; 4:15; 6:11), pero los llama ‘carnales’ y ‘bebés en Cristo’. Ellos están en contraste del llamado ‘espiritual’ en 2:15
  • 1 Cor 3:11-15 – Algunos creyentes van a ser recompensados por sus buenas obras y para algunos sus obras indignas van a ser quemadas
  • 2 Tm 2:20-21 – Existen dos tipos de utensilios en la casa de Dios, algunos son para honor y algunos son deshonrosos
  • Heb 5:11-14 – Los lectores, aunque definitivamente son salvos (vea Apuntes de Gracia no. 15), son castigados por ser ‘tardos para oír’ e ‘inexperto en la palabra de justicia’. Ellos son como bebés que sólo pueden tomar leche espiritual, no como los creyentes maduros que pueden comer la carne de la Palabra

En la Biblia y en la vida real no existe una experiencia Cristiana del tipo de uno-para-todos, sino una gama de crecimiento, madurez, y obediencia. Hasta abajo de esta lista se encuentran los que viven carnalmente.

La realidad del pecado persistente en los Cristianos.

Una simple lectura de las Escrituras expone que los Cristianos pueden luchar persistentemente con el pecado.

  • Ro 7:7-8:17 – El Apóstol Pablo describe su propia experiencia de cómo lucha con su carne pecaminosa y concluye que la victoria viene del control del Espíritu Santo
  • Los corintios – Esta iglesia completa está viviendo en pecado (orgullo, divisiones, inmoralidad sexual, demandas legales, etc.) aunque ellos son ciertamente salvos (1 Cor 1:2-94:156:11). Cuatro años después de que Pablo los visitara, él les escribe para confrontarlos y corregir sus pecados persistentes
  • Los gálatas – Esta iglesia se está alejando de la verdad del evangelio de la gracia a un falso evangelio legalista. Aunque son salvos (1:1, 3, 6), ellos están en peligro de experimentar la maldición de Dios (1:8-9) y de perder los beneficios de la gracia (5:4).
  • 2 Ts 3:6-15 – Algunos de la iglesia eran desordenados, flojos, y necesitaban un regaño.
  • 1 Jn 1:8,10 – Los Cristianos que niegan la realidad del pecado en sí mismos caminan en obscuridad, hacen mentiroso a Dios, y por lo mismo niegan la necesidad de practicar la confesión de pecados (Vea Apuntes de Gracia nos. 37 y 58).

En resumen, el hecho de que la Biblia tiene exhortaciones en contra de pecar, advertencias de las consecuencias del pecado, instrucciones para la disciplina de la iglesia, y amonestaciones para la confesión y restauración sería sin importancia si la persistencia en el pecado no es posible y real para los Cristianos.

La realidad del creyente pecador.

Sólo un ejemplo de un creyente que persiste en pecar hasta el fin de su vida probaría la realidad de las personas salvas que viven carnalmente. Sin embargo, aquí hay varios ejemplos.

  • Saúl – Aunque ungido por Dios y aunque él profetizó (1 Sm 10:1-1324) y exilió a los encantadores y adivinos de Israel (1 Sm 28:3), Saúl murió en pecado (1 Cr 10:13-14)
  • Los reyes de Israel y Judá – Algunos como Asa (2 Cr 14-16), Jehú (2 Re 9-10), Joás (2 Re 12:22 Cr 24), Amasías (2 Re 14:1-20; Cr 25), y Uzías (2 Cr 26) fueron reconocidos por aspectos de su fe y obediencia, aun así murieron en desobediencia.
  • Salomón – El rey de Israel y autor en las Escrituras desertó de Dios y adoró a los ídolos en su edad avanzada. La Biblia no tiene registro que indique que él se arrepintió delante antes de que muriera (1 Kings 11)
  • Ez 18:24 – Un hombre justo que peca seriamente va a morir físicamente por causa de su pecado
  • Ananías y Safira – Estos miembros de la iglesia primitiva murieron porque ellos mintieron (Hch 5:1-10)
  • Los corintios creyentes en la Cena del Señor – Porque ellos tomaron la Cena del Señor en una manera indigna, algunos murieron (1 Cor 11:30; ‘duermen’ es un eufemismo para la muerte física)

Estos ejemplos bíblicos pueden recordarnos de situaciones-actuales- diarias que vemos en los Cristianos.

La realidad de las consecuencias para los Cristianos pecadores.

Una simple lectura de las Escrituras expone que los Cristianos pueden luchar persistentemente con el pecado.

  • La disciplina divina – Dios castiga a los que Él ama quienes necesitan corrección (Heb 12:5-11)
  • La disciplina de la iglesia – A las iglesias se les instruye a que disciplinen y restauren a los creyentes que pecan (Mt 18:15-171 Cor 5:1-132 Ts 3:6-15)
  • Disciplina temporal – Los creyentes pecadores y egoístas pueden perder las bendiciones y la plenitud de la vida (Sal 32:3-5; 51:1-12; Mt 16:24-26)
  • Pérdida de recompensas – Los creyentes pecadores pueden perder sus recompensas en esta vida y en el Tribunal de Cristo al final de sus vidas (Mt 6:11 Cor 3:13-1513:3; Stg 2:12-13; 2 Jn 8)
  • Pérdida de utilidad – Los Cristianos que no progresan en santificación no deben de ser maestros (Heb 5:11-13) y puede que sean inútiles para el servicio a Dios (Jn 15:1-62 Tm 2:20-21)
  • Pérdida de compañerismo – Los creyentes que viven en pecado caminan en obscuridad y pierden el compañerismo con Dios y con otros creyentes (1 Jn 1:3-7)
  • Muerte física – Los Cristianos pueden cometer pecados que continúen toda la vida y hasta la muerte (1 Cor 5:4-5; Stg 5:19-20; 1 Jn 5:16)

Estas consecuencias, el proceso de la disciplina, y la restauración no tienen importancia si aquellos que pecan son incrédulos. No vemos ninguna exhortación a hacer que esos pecadores se salven.

Conclusión

Un solo ejemplo de un creyente que muerte en condiciones de pecado prueba la realidad de los Cristianos carnales. Aun así la Biblia tiene muchos ejemples junto con enseñanzas acerca de cómo Dios exhorta, advierte, y disciplina a aquellos que persisten en pecar. Negar la realidad de los Cristianos carnales ignora la abundante evidencia bíblica en favor de una falsa construcción teológica que enseña que la salvación se obtiene y se prueba al someternos a la voluntad de Dios y que la fe es el regalo de Dios que finalmente no puede fallar. Este punto de vista no puede ofrecer una total seguridad de la salvación porque depende del desempeño de uno mientras que dure la vida, y nadie puede predecir el futuro. Tampoco se especifica cuánto tiempo puede pecar una persona antes de que sea llamada carnal. Nos preguntamos cómo tratan esas enseñanzas con la realidad del pecado en nuestras propias vidas y cómo pueden finalmente juzgar la salvación de otros. Sólo Dios puede juzgar. La Biblia, nuestras observaciones de otros Cristianos, y nuestra auto-examinación muestra la continua realidad de la lucha del Cristiano con el pecado. Con razón tenemos el consuelo de la abundante gracia de Dios en Ro 5:20‘… mas cuando el pecado abundó, sobreabundó la gracia’. Ninguna cantidad de pecado puede agotar la admirable gracia de Dios.